Se cumplen 100 años desde la apertura de la Escuela de Arte de Edimburgo. Diez décadas que quieren conmemorar con una celebración visual de logros de la escuela de arte más famosa de la capital de Escocia.
Durante este tiempo, la misma ha visto nacer a algunos de los más importantes artistas del siglo XX, representantes del arte del país.
Recorriendo los pasillos del Edinburgh College of Art iniciaréis un viaje a lo largo de la historia del mismo, pleno de sensaciones y sobrecargas sensoriales.
El paseo comienza cronológicamente y va desenvolviéndose a lo largo de las distintas áreas que han preparado para que los visitantes conozcan un poco más la historia de tan artístico lugar.
En la planta más alta podréis ver trabajos de artistas de principios del siglo XX, los cuáles tuvieron la suerte de ser alumnos de artistas de la talla de Sir William Giles y DM Sutherland.
Podréis apreciar apuntes de los hedonistas años 20, caras y estilos que se van haciendo eco de pintura en pintura, sobretodo, en el círculo de Dorothy Johnstone y Cecile Walton. Destacan ciertas imágenes respecto al resto, como por ejemplo, la luminosa Dama de Blanco de Stanley Cursiter y la silenciosa Mañana de Escarcha de Trow Mitt.
El piso inferior nos alejará de la era de John Bellany y Barbara Rae, llevándonos a través del hueco de la escalera a un descarado John Houston con Mar de Verano o Summer Sea, el cual supone un asalto de fragmentos amarillos y rosas, como si Houston estuviese pintando la luz en sí misma. Además contemplaréis entre otros, sus maravillosos lienzos Amapolas y Rosas Aun Vivas (1983), el cual se encuentra situado al lado de uno de los cuadros de su mujer, Elizabeth Blackadder, llamado Gatos y Flores (1981).
En la planta a nivel de calle encontraréis el énfasis en los cambios. Esta planta acoge trabajos con, claramente reconocibles, intereses contemporáneos. Desde Moyna Flannigan con sus características cabezas, hasta trabajos de Callum Innes y, de la segura y tardía, Wilhelmina Barnes-Graham con Spanish Elegy. La influencia del mundo de la fotografía se deja sentir por todos lados, así como, el interés filosófico del hombre por el mundo y la crudeza con que lo expresan.
En cada rincón apreciaréis reminiscencias de la vida estudiantil de la Escuela de Arte de Edimburgo. Podréis contemplar una recopilación de bocetos que el estudiante John Henry Lintott realizaba durante sus horas de clase. Muchos de los alumnos, más tarde, volvieron a la escuela convertidos en profesores de la misma.
Históricamente, la escuela siempre ha luchado contra acusaciones que la tildaban de un poco conservadora y, ciertamente, hubo artistas como el pintor abstracto, William Johnstone, que no terminaron de cuajar en la misma. La representación artística del autor queda reflejada con un óleo de 1967 sin título, que representa un paisaje en tonos rojizos de sugestiva profundidad. William Johnstone llegó a decir que las enseñanzas de la escuela de arte eran un poco “limitativas”.
Por supuesto, podréis apreciar los trabajos del famoso John Bellany, a través de un monográfico del artista que se muestra como un autoretrato del arte en la escuela.
En general, la exposición impresiona por su abrumante diversidad dirigida a través de la visceral autocrítica que proyectan.
No encontraréis representaciones de joyería o cerámica en el Edinburgh College of Art.
El cuadro del que más se habla dentro de la exposición es el retrato del archifamoso ciudadano de Edimburgo, Sir Sean Connery (James Bond en las películas del agente 007), pintado por el músico de jazz y artísta Alistair (Al) Fairweather.
Espero disfrutéis la exposición y recordad que la entrada es gratis hasta el próximo 19 de enero.
Dirección:
Ten Decades en City Art Centre
2 Market Street, Edimburgo.
Fuente: Sunday Herald
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